lunes, 21 de abril de 2008

Despertar

2.20 am. Me incorporé sobresaltado. Me encontraba agitado, sintiendo como mi corazón latía rapidamente acompañado de mi respiración. Un dolor agudo se situaba en la boca de mi estomago pero no lo percaté hasta luego de que pude poner mi mente en paz. Había tenido una pesadilla, pero en esta no había monstruos ni temores traídos desde la niñez. Era un temor real, un temor propio de este mundo y que no se necesita dormir para experimentarlo. Es el temor, es el dolor, de ser engañado por alguien. El ser defraudado por esa persona de la que menos lo esperás y de quien más te duele. Un ser querido, la persona que amás. Esa persona en la que podés confiar tus secretos, tus temores, tu vida... hasta ese momento tan duro en que sabés que ya no lo podrás hacer nunca más; la desilusión que sentís luego de darte cuenta que en eso en que creías con tanto ímpetu, con tanta adoración, no era más que una quimera creada por tu mente para hacerte sentir mejor.
Semi incorporado en la oscuridad de mi habitación, con mis ojos tan abiertos que nadie podría haber adivinado que solo segundos antes estaba durmiendo, mi mente buscó en esta realidad, el alivio de estar despierto, el escape del mundo de los sueños y las pesadillas. Solo que estaba equivocado, puesto que no estaba escapando de ningún sueño, sino que estaba entrando en el mundo en el cual fui herido. El dolor fue terrible, solo comparado con esas tragedias como el accidente o la muerte de un ser querido en que uno piensa "esto no puede ser verdad", "quiero despertar de este sueño terrible", pero no es un sueño y no existe ese ansiado despertar liberador.

1 comentario:

Nos Vamos de Panama dijo...

Fede, casi me muero cuando lei este... me senti tan identificada, tan real...

Lo describis tan bien q se me puso la piel de gallina, parace como si hubiesemos vivido la misma experiencia, solo que para mi no fue un sueño, fue parte de mi realidad. Una realidad que uso para crecer de la experiencia...

Gracias por este parrafo, me ayudo a racionalizar algunas cosas, a transformar sentimientos en razones.

Beso
Pia