martes, 20 de mayo de 2008

El sacerdote

Un joven diablo llega corriendo a su jefe. Está temblando y le dice al viejo diablo:
- Hay que hacer algo inmediatamente, porque en la tierra un hombre ha encontrado la verdad! Y una vez que la gente conozca la verdad, qué le pasará a nuestra profesión?
El anciano se echó a reir y dijo:
- Siéntate y descansa, y no te preocupes. Está todo arreglado. Nuestra gente ya está allí.
- Pero -dijo él- yo vengo de allí y no he visto un solo diablo.
El anciano dijo:
- Los sacerdotes son mi gente! Ya han rodeado al hombre que ha encontrado la verdad. Ahora se convertirán en los mediadores entre el hombre de la verdad y las masas. Levantarán templos, redactarán las escrituras, interpretarán y distorcionarán todo. Le pedirán a la gente que adore, que rece. Y en toda esa barahúnda, la verdad se perderá! Ese es mi viejo método, que siempre ha triunfado.